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La silicona nos permite, de manera rápida y sencilla, montar la mampara de nuestro baño. Sus cualidades adhesivas y alta capacidad de estanqueidad, evitando que el agua salga fuera de nuestra ducha o bañera, la hacen el material ideal para sellar las juntas de nuestro baño.
Si, durante su aplicación, hemos rebasado la cantidad necesaria o hemos manchado los azulejos, habrá que proceder a su limpieza. Cuanto más tiempo pase, más costará retirarla. Despegar la silicona puede llegar a ser costoso y requerir de tiempo y paciencia. Pero no es tarea imposible.
A continuación, te contamos cómo quitar la silicona de los azulejos paso a paso.
La cuchilla, tu gran aliada
Antes de comenzar a rascar la superficie con la cuchilla, habremos limpiado previamente la zona. Es un paso previo que puede ayudar a que la silicona se ablande, favoreciendo su retirada. Podemos utilizar productos desengrasantes sobre un paño húmedo, incidiendo en las franjas de la silicona que queramos retirar.
Una vez limpia la superficie, procedemos con la cuchilla de afeitar. Intentaremos levantar la silicona desde la parte inferior. Pero cuidado, lo haremos siempre y cuando el azulejo sea resistente. No utilizaremos la cuchilla en caso de que estemos ante un azulejo frágil, pues dañaremos la superficie.
La cuchilla de afeitar es quizá la “herramienta” más común que podamos tener a mano. Si no es el caso, también podemos emplear una espátula o un cuchillo fino. Os recomendamos también el uso de un escalpelo, un instrumento empleado en restauración, que posee en uno de sus extremos una hoja similar a la de un bisturí. A diferencia de este último, el escalpelo no es cortante, por lo que será más seguro emplearlo si estamos tratando con una superficie de azulejo.
Agua caliente
El agua caliente conseguirá ablandar los restos de silicona que continúen incrustados entre los azulejos. Resultará de mucha ayuda si la aplicamos con una pistola de gran potencia o un aerosol. Nos ayudaremos con la cuchilla que hayamos empleado anteriormente para seguir retirando restos de silicona. Repetiremos la operación las veces que sea necesario hasta conseguir que el azulejo se ablande.
Si mezclamos agua con arena de sílice puede ayudarnos, también, en la eliminación de silicona. Añadiremos la mezcla sobre un estropajo y frotaremos sobre la superficie, atendiendo siempre a que ésta no sea demasiado frágil.
Disolventes, para casos extremos
Entre los disolventes que podemos emplear, comenzamos con el menos abrasivo: alcohol. Lo más frecuente es que, tras haber eliminado la mayor parte de silicona de la junta, nos haya quedado una delgada pátina adherida a la superficie del azulejo. Antes de utilizar cualquier disolvente, nos habremos protegido con guantes y si es posible mascarilla. De no disponer de ella, ventila el espacio.
Aplicaremos el alcohol sobre la silicona, intentando no rebasar hacia el azulejo (puedes ayudarte de un bastoncillo para los oídos), y dejaremos actuar entre 5 y 10 minutos. Transcurrido el tiempo, frotaremos suavemente sobre la superficie de silicona e intentaremos retirarla. En este caso, productos como lana de acero 0000, es decir, la extrafina, favorecerán su eliminación. Otro de los productos que puede ayudarnos y que no falta en ningún hogar es el vinagre. El aguardiente también puede ser un buen remedio.
Si el alcohol no ha conseguido acabar con los restos de silicona, recurriremos a una mezcla de acetona y éter. Diluiremos ambos productos a partes iguales y, con un trapo, aplicaremos la mezcla sobre la silicona. Frotamos y veremos cómo la silicona se desprende poco a poco. Recomendamos aplicar los disolventes justo en la zona donde se encuentre adherida la silicona. Su aplicación directa sobre el azulejo puede ocasionar la pérdida de brillo y/o daña el color.
En la actualidad podemos encontrar kits ya preparados y diseñados específicamente para retirar la silicona. En su interior, podemos encontrar: el raspador, espátulas, guantes, entre otros. Puede ser una buena opción que incluye todo lo necesario.
Recomendaciones
Dado que la silicona es el nexo de unión de los azulejos, su retirada ha de llevarse a cabo con precaución. El objetivo es retirarla, pero sin dañar los azulejos a nuestro paso.
Es por ello que, el uso de disolventes, quedará limitado a aquellos casos en los que nos resulta prácticamente imposible retirar la silicona por otros medios menos agresivos. A tener en cuenta también el tipo de superficie, por ejemplo, si estamos ante una superficie lacada o pintada evitaremos el alcohol, ya que ambos tienen alta solubilidad en este disolvente.
El uso de los disolventes tiene aparejado la utilización de guantes y mascarillas. La inhalación prologada de estos es perjudicial para la salud y, en contacto con la piel, es irritante. Por tanto, precaución a la hora de utilizarlos.
Cuando procedamos a la limpieza final, una vez retirada la silicona, lo haremos con una esponja no abrasiva, para evitar rayar la superficie. Tras haber pasado por la cuchilla, el agua caliente o incluso los disolventes, la silicona que quede podrá retirarse fácilmente con una esponja suave.
La prevención es siempre la mejor opción. El momento de retirar la silicona, sea por el motivo que sea, es algo a lo que nos habremos de enfrentar en algún momento. Por lo que recomendamos aplicarla con cuidado y paciencia. Esto nos hará, por un lado, ahorrar en material, puesto que no malgastaremos silicona sin razón, y nos ahorrará trabajo de limpieza y eliminación de restos sobrantes.
Si bien es cierto que es muy difícil calcular la cantidad justa de silicona y es fácil que manchemos los azulejos, debemos actuar rápido para impedir que se seque. Utiliza papel absorbente para retirar la silicona cuando todavía está fresca. Puedes ayudarte de un secador de pelo que ablandará, todavía más, la silicona.