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La adecuada limpieza de nuestro baño es garantía de salud. Se trata de una de las estancias de la casa donde se acumulan más bacterias, lo que supone un riesgo tanto para nosotros como para nuestro entorno más querido.
Una de las zonas donde se percibe más fácilmente la acumulación de suciedad y cal, es en la mampara de la ducha o de la bañera. A menudo, vemos la acumulación de motitas blancas a lo largo y ancho de nuestra mampara de ducha, por no mencionar la suciedad que puede acumularse en las juntas y que suele pasar desapercibida.
No nos engañemos. ¿A cuántos de nosotros nos gusta limpiar la mampara de la ducha? Es una tarea un tanto tediosa y que agradeceríamos fuera más sencilla y rápida.
Si nuestra mampara de ducha está integrada, además, por puertas correderas, seguramente nos llevemos las manos en la cabeza cuando nos demos cuenta de la cantidad de suciedad que se acumula en el riel. Llegados a este punto, lo mejor que podemos hacer – y lo más responsable – es ponernos manos a la obra y desmontar las puertas correderas para su correcta limpieza.
Si te supone un mundo tener que hacer esto, no te preocupes. Este post está dedicado a descubrirte cómo realizar esta tarea de forma sencilla y rápida. Te explicamos, paso a paso, cómo desmontar las puertas correderas de una mampara de baño de forma fácil, segura y en tiempo récord.
Desmontar las puertas correderas de la mampara paso a paso
1.- Prepara el lugar
El desmontaje de las puertas correderas trae consigo transportar los cristales de la mampara de su lugar a otro. El lugar donde depositemos los cristales ha de estar preparado y ser seguro, para no ocasionar ningún daño a las hojas de la mampara. Puedes ayudarte de una toalla que sirva de amortiguación a los cristales.
Pero recuerda, antes del desmontaje, despeja bien el escenario. Una vez cojas la hoja de la mampara, su peso hará que quieras dejarla lo más rápido posible. Para evitar romper cualquier artículo que tengas en el baño, despeja bien la zona y retira todo aquello que pudiera sufrir algún daño.
Además de esto, será muy útil hacerte con una pequeña cajita donde depositar los tornillos o embellecedores que vayas extrayendo de la mampara y los rieles, para no perderlos de vista.
2.- Hazte con las herramientas
Preparado el terreno, es hora de coger las herramientas. Necesitaremos:
- Destornillador
- Espátula para la silicona
- Guantes
- Productos de limpieza
- Silicona
Lista hecha y herramientas preparadas, nos disponemos al siguiente paso:
3.- Quitamos silicona
La silicona ha sido el material empleado para sellar correctamente la mampara. Es por ello que, para quitarlas, habremos de retirar previamente la silicona. Tomamos la espátula y vamos retirando, con mucho cuidado, la silicona.
Es necesario que, en este paso, seamos cuidadosos y pongamos toda nuestra atención en no dañar el cristal de la mampara. No importa si ahora quedan restos y no hemos retirado la totalidad de la silicona. Antes de volver a colocar las puertas correderas, retiraremos todos lo restos que hayan quedado.
4.- Quitamos ruedas
Las ruedas estarán atornilladas. Ya sea integradas en la propia mampara o en los rieles, necesitaremos usar el destornillador adecuado para desanclarlas. La atención en este paso se centra en no perder ninguna pieza de las ruedas.
5.- ¡A limpiar!
Con todo desmontado y nuestras puertas de mamparas situadas sobre una superficie segura y ligeramente acolchada, comenzamos con la limpieza propiamente dicha.
Podemos ayudarnos de paños húmedos y, para acceder a la suciedad más difícil acumulada en los rieles, cepillos de dientes viejos o brochas de cerdas suaves, pueden sernos de gran ayuda. Aprovechando que tenemos la mampara desmontada, podemos alargar la vida de nuestros rieles engrasándolos. Es una tarea de mantenimiento que, no realizamos con excesiva frecuencia, pero que supone un plus de durabilidad para los rieles.
Existen productos específicos para lubricar los rodamientos, siendo, la forma más cómoda, mediante spray. Además de engrasar los rodamientos, mejorando su funcionabilidad, también protegen las gomas y los plásticos que forman parte de él. Además, no supone ningún daño para los metales.
6.- Vuelta a su sitio
Una vez tenemos todo limpio, procedemos al montaje de las puertas correderas. Es, en este punto, donde emplearemos la silicona. Aplicamos, ayudándonos de una pistola apropiada, por toda la junta, de manera homogénea y con cuidado la silicona. Para que sea más efectiva, presiona la silicona una vez aplicada. Puedes servirte, para ello, de tus propias manos.
A continuación, colocamos los rodamientos e insertamos las hojas de la mampara.
¡Así de fácil!
Beneficios de desmontar la mampara
Los beneficios de desmontar las puertas correderas de la mampara están íntimamente relacionados con aspectos como la higiene y la salud.
Los rieles son zonas donde la suciedad se va acumulando de manera imperceptible. Si bien somos conscientes de la cal del agua porque vemos cómo se dibujan manchitas blancas sobre la mampara, no lo somos tanto de toda la suciedad que puede llegar a amontonarse por los canales que recorren las puertas correderas.
Esa acumulación de suciedad puede ser el detonante de la aparición de microorganismos y moho que, además de antiestético, puede ser un problema para nuestra salud.
Tal formación de suciedad, también afecta al funcionamiento de las puertas correderas de nuestra mampara, impidiendo que se desplacen con facilidad o favoreciendo que queden atascadas.
Además de la limpieza, un buen mantenimiento preverá llegar a situaciones más graves que puedan ocasionarse por la suciedad acumulada en los rieles de las puertas correderas de nuestra mampara.