Elegir entre una mampara de ducha fija o corredera dependerá de nuestras necesidades, espacio disponible, tipo de plato que hayamos elegido y de nuestro estilo de baño.
Una mampara fija es muy elegante, discreta y queda bien para cualquier baño, sea cual sea su estilo, las correderas también son una buena opción, incluso en baños pequeños.
Cada una de ellas tiene unas ventajas y necesidades diferentes, a continuación os contamos como diferenciarlas:
Tabla de contenidos
Diferencias entre una mampara de ducha fija y corredera
Mampara de ducha fija
Una mampara de ducha fija está compuesta por una hoja de cristal, siendo el modelo de mampara más sencillo y económico.
Es ideal para baños minimalistas y low cost, ya que su precio es para cualquier bolsillo.
Son mamparas ligeras y pueden personalizarse con el marco de colores, desde el típico plata a color negro, rosa, azul, etc.
Un fijo tiene más riesgo a la hora de salirse el agua, algo que debemos tener muy en cuenta al elegirlo.
Sobretodo si el plato es muy plano, en ese caso elegiremos uno con un perfil abajo.
A la hora de limpiarla, una mampara fija es mucho más rápida y cómoda.
Podemos encontrarlas a partir de 140 euros aproximadamente, dependiendo de sus características y medidas.
Mampara corredera
Se trata del tipo de mampara más clásico y usado, sirviendo para cualquier tipo de baño.
Las mamparas correderas pueden unir dos paredes o incluso tres.
No corre el riesgo de que el agua se salga al contrario de las fijas.
Son totalmente personalizables, con el perfil en plata o en infinidad de colores.
Su precio aunque es algo más elevado que una mampara fija, sigue siendo una opción asequible.
Es recomendable que tengamos espacio suficiente para colocar la mampara y un plato de mínimo 110 o 120 cm.
De lo contrario no quedaría espacio para poder entrar.
El paso mínimo de una de estas duchas es de 45, 50 o 100 cm.
Combinadas
Las mamparas pueden combinarse, por ejemplo un fijo + lateral o corredera una parte y fija la otra.
una ducha de 1 fijo + 1 corredera nos permite crear un espacio de ducha entre dos paredes.
Son una buenísima opción para platos de ducha encastrados en pared.
En duchas grandes, de mayor tamaño podemos colocar dos fijos + dos correderas.
Dejando un espacio para poder pasar y ducharnos con total comodidad.
También pueden ser frontales más dos o tres hojas correderas, si queremos un paso más amplio.
¿Cómo elegir la mampara correctamente?
Ahora que ya conocemos sus diferencias y a la hora de tomar una decisión debemos hacernos una serie de preguntas que nos ayudarán a elegirla.
¿Qué tipo de plato de ducha tenemos?
¿Qué tamaño disponemos para la ducha?
¿Queremos evitar que el agua salga?
¿Hay otros elementos como lavabo o aseo que puedan impedir abrir la mampara?
Junto a todo lo anterior el presupuesto es el punto decisivo en nuestra decisión
Para elegir la mampara tan solo debemos seguir los consejos anteriores y tener en cuenta nuestras necesidades, espacio y sobre todo presupuesto.
Si sigues teniendo dudas y necesitas ayuda para elegir la mampara para ducha, contacta con nosotros, te aconsejaremos para elegirla con éxito.