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Las mamparas constituyen uno de los elementos más útiles y prácticos en los cuartos de baño, puesto que aíslan el espacio de la bañera, evitan salpicaduras hacia el exterior y conservan el calor dentro de la ducha.
Más allá de una cuestión práctica, la mampara también garantiza un plus de seguridad, minimizando los riesgos de resbalones al salir de la bañera. En contraposición a las cortinas, las mamparas son, por un lado, más duraderas, y, por otro, más estéticas, contribuyendo a la decoración del interior del cuarto de baño. Así, podemos encontrar mamparas de bañera en varios modelos, formatos, materiales y medidas para elegir la que se amolde a nuestros gustos y, también, a nuestra bañera.
Por ello, para su correcta elección, habremos de tener en cuenta una serie de factores con los que realizar una compra segura. Muchos de los factores que vamos a abordar están estrechamente ligados a las dimensiones de nuestro baño, así como a su distribución. De tal manera que serán determinantes a la hora de escoger una u otra mampara.
Te contamos cuáles son los aspectos a tener en cuenta para disipar todas tus dudas acerca de cómo elegir mampara para bañera.
Apertura
Como hemos mencionado, la apertura de la mampara ha de ser la adecuada en función de la distribución de tu baño y del espacio disponible alrededor de la bañera. Entre las diferentes opciones encontramos:
Fija
Este tipo de mampara se instalará en uno u otro lado de la bañera, coincidiendo siempre con el grifo. La mampara fija ha de constar de las dimensiones suficientes para evitar que el agua salga fuera de la bañera, pero facilitando, al mismo tiempo, el acceso y la salida a la misma.
Las mamparas fijas tienen su mayor atractivo en su larga vida útil. Sin embargo, pueden resultar incómodas según qué situaciones como, por ejemplo, bañar a un niño. Por ello, en ocasiones se opta por combinar una mampara con doble hoja: una fija y la otra abatible o corredera. Otras versiones de la mampara fija es la que puede girarse hacia el interior, disponiendo de un espacio total para acceder a la bañera y sin perder un centímetro de las dimensiones de tu baño.
Plegable
Este tipo de mamparas, también conocidas como retráctiles o de acordeón, están compuestas por varios paneles de igual anchura. En función de las medidas de la bañera, podemos encontrarlos de 1, 2 o más paneles que se pliegan entre sí.
La principal ventaja de la mampara plegable es que ocupa muy poco espacio cuando se recoge sobre sí misma, pudiendo acceder a la bañera con mayor libertad que en la de apertura fija. Sin embargo, las fugas se producen de forma frecuente. Por otro lado, la limpieza es más complicada, debido a sus diferentes capas plegables.
Giratoria
También conocida como abatible, tiene una apertura de afuera hacia adentro. ¿Qué habremos de tener en cuenta? Obviamente las dimensiones de nuestro baño o la presencia de objetos que puedan dificultar la apertura, como muebles de baño, bidés…
Como ventaja, son las más fáciles de limpiar.
Correderas
Uno de los tipos más frecuentes que, comparte con el tipo plegable, su variedad en cuando al número de hojas. Podemos encontrarlas de una o de dos, las cuales estarán acopladas a un riel fijado al borde de la bañera y a las paredes.
La presencia de los rieles dificulta su limpieza, sin embargo son uno de los tipos más adecuados para optimizar el espacio de tu baño.
Materiales
En cuanto a los materiales, los más frecuentes son:
Vidrio templado
Estamos ante el material más común hoy en día, que ofrece unas mamparas de un grosor de entre 6 y 12mm. Aunque, si las queremos todavía más finas, podemos someterlas a un proceso de pulido. Se trata de un material que ofrece una gran resistencia.
El vidrio templado resiste mejor las variaciones de temperatura respecto al vidrio tradicional. Además, es más seguro ya que, en caso de rotura, se fragmenta en micropedazos que minimizan el riesgo de accidentes.
Se trata de un material fácil de limpiar, que ofrece un acabado vistoso, pero que resulta más caro que el tipo que viene a continuación.
Acrílico
Las mamparas acrílicas o de plástico suponen la mejor elección en caso de apostar por un tipo de mampara económico. Son las más escogidas para segundas residencias o cuartos de baño para niños. Además, disimulan mejor los restos de cal, por lo que son perfectas en caso de que no podamos limpiar de manera frecuente.
Su calidad es inferior respecto a las de vidrio templado, pero, como habéis podido leer, presentan otras ventajas que pueden decantarnos por ellas.
Estética
La estética es también un factor a tener en cuenta. La mampara de la bañera es una apuesta por incorporar en tu baño un accesorio del que quieres disfrutar por muchos años. En este sentido, para no cansarte de ella, habrás de escoger la adecuada para las necesidades de tu baño, pero, también, que sea acorde a tus gustos.
Así, puede elegir mamparas con cristales transparentes o con cristales traslúcidos. Los primeros son ideales para tener una visión completa de todo el baño y no restar espacio visual. Apostando por este tipo, conseguirás que tu baño se vea más grande. En el caso de decantarte por la traslúcida, ganarás en intimidad, pero genera una sensación más pequeña del espacio.
También podemos encontrarlas de acrílico granulado, un material plástico ligero y de fácil instalación que permite la entrada de luz, pero no permite ver con nitidez el interior de la bañera.
Los perfiles es otro de los aspectos estéticos a tener en cuenta. Son los encargados de crear espacios herméticos, por lo que son una pieza clave que podemos encontrar fabricada bien en aluminio o bien en acero inoxidable. Estos últimos, han ido ganando terreno a los de aluminio gracias a su resistencia y su acabado metalizado, más estético.
Podemos distinguir entre los más habituales en blanco o plata satinado, o podemos decantarnos por opciones más elegantes, que son tendencia en este momento, como los perfiles en negro.