Una opción recurrente entre quienes optan por incluir una mampara de ducha es la de añadir motivos decorativos en serigrafía para darle al aseo un punto estético más singular. Está claro que optar por una mampara de cristal serigrafiado puede ser una opción de un gran atractivo estético, pero conviene tener en cuenta otra serie de aspectos que pueden influir en el día a día.
Por eso, hemos hecho un repaso por algunas de las principales ventajas de las mamparas de ducha que tienen incorporado un cristal serigrafiado y mencionamos algunos de los puntos más débiles de esta alternativa a las mamparas de vinilo.
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Ventajas de contar con una mampara de ducha con cristal serigrafiado
Una de las principales ventajas de este tipo de mamparas es que admiten un grado más alto de personalización. Cada usuario podrá elegir el motivo, el grado de relieve y las tonalidades de su serigrafía. Además, la serigrafía es muy apreciada por ser una alternativa a las tradicionales mamparas de vidrio totalmente transparentes, ya que no renuncian a su concepto minimalista y pulcro que confiere el vidrio, pero no dejan tan expuesto el interior de la ducha.
Por otro lado, las mamparas de ducha serigrafiadas son una opción perfecta para quienes quieran darle un plus de intimidad a la ducha, ya que suprimen las transparencias del vidrio. En cambio, la serigrafía hace que la mampara adquiera una textura translúcida que sugiera, pero no deje ver explícitamente desde fuera el cuerpo de quien se esté duchando.
Otro punto a su favor es que admite múltiples combinaciones a la hora de personalizar la decoración. No solo en cuanto a formas o motivos, sino en todo lo referente a tonalidades. Se pueden combinar distintos segmentos en la misma mampara, con secciones en tonos oscuros, mates, transparentes, con más relieve, con menos… Esto es imposible de conseguir en una mampara de vidrio 100% transparente.
Hablando de estética: las mamparas de ducha con cristal serigrafiado no cuentan con partes adhesivas, lo que evita que estas dejen marca y, por ende, facilitan la limpieza. Es más sencillo de retirar la suciedad de la mampara en general y, dado su nivel de resistencia, es posible aplicar productos altamente corrosivos sin mayores inconvenientes.
Su nivel de resistencia y el hecho de que sean prácticamente inmunes a la corrosión es lo que diferencia a las mamparas serigrafiadas de las de vinilo, que tienden a acumular suciedad y marcas de adhesivos que, con el tiempo, cuestan de quitar. Además, mientras que el vinilo tiene una vida útil media de entre siete y ocho años, tiempo tras el cual hay que empezar a pensar en una sustitución, las mamparas serigrafiadas presentan una duración mucho más amplia.
Inconvenientes de las mamparas de ducha serigrafiadas
A pesar de que las mamparas de ducha con cristales serigrafiados presentan múltiples ventajas con respecto a las mamparas transparentes y las que están fabricadas con vinilo, no están exentas de ciertos hándicaps que conviene conocer.
Para empezar, esta clase de mamparas, por las características de su decoración, presenta una cantidad de surcos en sus relieves que pueden ser un problema a la hora de acometer las labores de limpieza. Y es que, aunque su nivel de resistencia es tremendamente alto y permite optar por aplicar productos de limpieza corrosivos en aerosoles u otros formatos, no siempre el resultado es perfecto.
Los recovecos de los surcos de la serigrafía pueden actuar como pequeños cúmulos de suciedad que luego pueden afear el resultado final, aunque es un mal menor que se asume cuando se opta por incorporar un cristal serigrafiado. Para que esto no sucediese lo que habría que hacer es optar por una mampara de vidrio totalmente lisa, con todo lo que eso conlleva: es mucho más fácil de limpiar, pero carece de la resistencia y de las opciones de personalización que un cristal serigrafiado ofrece.
Eso sí, es conveniente utilizar siempre una bayeta o una esponja suave, ya que el cristal serigrafiado sí es algo sensible a los arañazos que ciertas fibras pueden provocar al entrar en contacto con su superficie.
Otro aspecto que juega en su contra es que los cristales serigrafiados son bastante caros. El elevado precio de estos en comparación con las mamparas de vinilo hace que muchos se decanten por estas últimas pese a que no son una solución definitiva y a la larga puedan salir más caros.
Retomando el tema de la limpieza: las mamparas serigrafiadas tienden a acumular más cal con el paso del tiempo y son un problema a la hora de retirar los restos de la cal en el relieve. Esto puede alargar las labores de limpieza y complicarlas bastante en comparación con lo que supondría limpiar una mampara de vidrio totalmente lisa.
Llegados a este punto cabe matizar que, pese a que las mamparas con vinilos se presenten como una ventaja en este sentido al poder ser sustituidas por otras piezas decorativas, lo cierto es que los restos del adhesivo cuestan de quitar con el tiempo y pueden alargar igualmente las labores de limpieza de la mampara.
