Tabla de contenidos
Una mampara de baño puede estar fabricada con tres materiales básicos elementales, cada uno con sus propias ventajas y varios inconvenientes. Estos materiales son el vidrio templado, el metacrilato y el acero inoxidable. El usuario medio siempre intenta encontrar un equilibrio entre durabilidad y economía, así que vamos a hacer un pequeño análisis de los materiales para tratar de averiguar cuál de todos es el mejor material para una mampara de baño.
Rasgos fundamentales del metacrilato
Para hacernos una idea de qué ofrecen exactamente estos materiales, vamos a explicarte cuáles son las principales características de cada uno de ellos. Cabe mencionar que, si estos tres materiales son los más recomendados para una mampara de ducha, es por algo y, a pesar de sus puntos flacos, son altamente eficientes para dar forma a una estructura como una mampara de ducha.
Vamos a empezar hablando del metacrilato. Las mamparas de ducha acrílicas se pueden adaptar a todo tipo de platos, por lo que su gran capacidad de adaptación ya es un punto a su favor que las desmarca del resto de mamparas. Pero las características del metacrilato hacen que, además, este tipo de mamparas destaquen por su enorme ligereza y por su resistencia. Apenas pesan y son ideales para las viviendas donde haya niños pequeños, ya que son mucho más seguras en términos generales.
Sin embargo, aunque cuestan más de fracturar, las acrílicas pueden presentar un peligro semejante o incluso más elevado en caso de llegar a producirse una rotura. Esto es debido a que cuando el cristal de una mampara se rompe normalmente se hace añicos, mientras que el metacrilato fracturado suele dejar picos punzantes peligrosos para todo aquel que se acerque.
Un punto a favor de las mamparas de metacrilato es que disimulan como ninguna la suciedad y las marcas de gotas. Y es que la superficie traslúcida de estas mamparas cuenta con gotas simuladas en bajorrelieve, lo que ayuda a crear la sensación de uniformidad.
No obstante, dado que el metacrilato no es liso, la cal resulta más difícil de eliminar. Su acabado dificulta su limpieza y el alto grado de flexibilidad de estas mamparas hace que tampoco se pueda aplicar demasiada presión sobre su superficie, lo que hace más complicada la limpieza.
Aspectos a tener en cuenta de las mamparas de vidrio templado
Un poco más arriba te comentábamos que las mamparas de metacrilato eran más peligrosas que las de cristal porque al romperse dejaban expuestos peligrosos fragmentos puntiagudos y las de vidrio se rompían en añicos. Pese a lo que pueda parecer, que una mampara de vidrio se rompa en mil pedazos es mucho más seguro por las características del propio material, ya que el vidrio templado es un material mucho más denso y compacto que el cristal al uso, lo que hace que, en caso de rotura, la mampara se fragmente de manera uniforme por toda la superficie sin dejar zonas punzantes al aire.
En lo que respecta a la limpieza, una mampara de vidrio templado presenta múltiples ventajas. Para empezar, al contar con una superficie lisa es mucho más fácil eliminar los restos de cal y las marcas de gotas de agua. Además, este tipo de mamparas son mucho más rígidas que las acrílicas y permiten aplicar más presión sin temor a una rotura para eliminar las incrustaciones de suciedad más graves.
Por otro lado, el vidrio es mucho más decorativo y estéticamente es más agradecido, dando además una mayor sensación de amplitud. Y es que, si nos ceñimos a criterios puramente estéticos, las mamparas de vidrio son las más modernas y actuales y no son necesariamente las más caras.
Y, ¿qué hay de las mamparas de acero inoxidable?
Aunque estas mamparas no poseen las ventajas de las acrílicas en lo que respecta a la limpieza y flexibilidad y no son tan modernas y estéticamente tan resultonas como las de vidrio templado, las mamparas de acero inoxidable presentan dos ventajas principales que las hacen despuntar por encima de otras propuestas.
Para empezar, este tipo de mamparas son muy resistentes al agua, a la humedad y al paso del tiempo. Si estás pensando en hacer tu elección priorizando la rentabilidad de tu inversión y la amortización de la misma, la mejor opción sin duda es una fabricada con este material. Y es que son capaces de alcanzar, de lejos, la vida útil máxima más elevada.
Por otra parte, en lo estético son realmente destacables porque, a cambio de un precio más ajustado, pueden dar al aseo un toque sofisticado y moderno del que carecen muchas otras opciones del mercado.
Consideraciones acerca de las mamparas para el baño
Hay ciertos aspectos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de incorporar al cuarto de baño una mampara para la ducha, independientemente del material por el que te decantes.
Lo primero de todo es tener en cuenta que hay ciertos materiales que aportan más garantías en materia de seguridad, algo fundamental teniendo en cuenta que en muchas familias puede haber mascotas o niños pequeños. En este sentido, tal y como te hemos comentado más arriba, propuestas como las mamparas de baño de Asealia.com, fabricadas en vidrio templado, son una garantía porque el cristal no deja astillas en caso de rotura, evitando la producción de cortes y heridas de diversa consideración.
Por otro lado, una mampara de ducha debe siempre presentar un grosor superior a los 4 milímetros. Si no se cumple este requisito, la integridad de la mampara corre serio peligro, ya que sería extremadamente sensible a los movimientos bruscos y a los toques leves.
En cuanto a los perfilados, siempre es recomendable apostar por unos que sean de cromo, de aluminio o estén lacados, ya que son resistentes a la oxidación y presentan un nivel de resistencia y de durabilidad más elevado.
Por último, echa un vistazo a los rodamientos porque deben ser resistentes: sobre ellos recae el peso de la puerta y deben garantizar su correcto funcionamiento al abrir y cerrar. Lo mejor es que cuenten con refuerzos de goma o que incluyan cojinetes.